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lunes, 6 de febrero de 2012

La Pantoja visita ¡Qué tiempo tan feliz!










Isabel Pantoja ha vuelto hoy al plató de 'Qué tiempo tan feliz’ para cumplir una promesa que lanzó la última vez que visitó el programa. El pasado 25 de diciembre la cantaora estuvo con María Teresa Campos y su promesa se ha hecho hoy realidad. Ambas se deshicieron en halagos nada más entrar al plató.

La periodista comenzó la entrevista preguntándole por ella, por cómo esta y por su madre, la bailaora Ana Martín. La tonadillera afirma que se encuentra bien, “trabajando mucho, gracias a Dios”. “Tengo días mejores y otros peores, como todo el mundo”, señalaba. Y confirmó que su madre está bien, aunque haya días en los que se encuentra mejor que en otros. “Es muy importante para mi” decía la viuda de Paquirri.
Tras un breve resumen en vídeo de su infancia, Isabel Pantoja se muestra encantada con la que tuvo: “tuve una infancia maravillosa en Triana, con tanto arte que ha salido de esa mima calle”. “Éramos muy felices, merendábamos en la calle… y yo cantando, que era lo único que me dejaban”. “He sido la niña más feliz del mundo”.
Una vuelta a su infancia
La ex propietaria de “Cantora” se sincera al decir que, de pequeños, “no se tenían penas, no se tenían disgustos. Se vivía al día, la felicidad de la casa. Si había un huevo, si había un filete, pues un filete. Era todo felicidad. Lo que hoy realmente y desgraciadamente para muchas familias no lo es”
María Teresa Campos le preguntó por la escasez de aquellos tiempos. “Pues mira maria teresa, yo no he pasado hambre… tampoco he vivido en una casa con muchos lujos. Mi padre trabajaba mucho y la comida no faltaba nunca”.

“Cuando faltó mi padre”, proseguía la tonadillera, “me quedé como cabeza de familia. Date cuenta de que mi padre fue y es para mí lo más importante de mi vida, al margen de mi madre, y fue todo un mazazo. Yo ya estaba trabajando. Porque yo me subí por primera vez a un escenario a los siete años, pero fue un solo día”.
“Mi madre era la única que sabía que yo cantaba y bailaba… Ella y yo éramos las únicas que sabíamos que yo hacía eso. Mi padre no sabía nada. Mi padre nunca me escuchó cantar y mi padre decía “venga princesa” pero a mí no me salía la voz”.
“ La verdad es que a día de hoy cuando me dicen canta, me sigue dando vergüenza. Eso sí, si no estoy en el escenario” y es que afirma que Isabel Pantoja es también Maribel, una mujer con una vida privada.
Su madre, su familia y sus amigos
Isabel Pantoja se emociona al recordad la Gala que ofreció la última Navidad en Telecinco, donde doña Ana, su madre, se emocionó a al escuchar a su hija al entonar sus canciones.
“Mi madre ha trabajado mucho conmigo, en mi casa. Ha sido mi compañera artística, la que me peinaba, la que me vestía, la que me aconsejaba. Y la que ha estado a mi lado durante muchísimos años, hasta que tuve mi primer hijo”.
Y es que Isabel recibió aplausos durante minutos, el teatro no callaba y su madre hizo suyo ese homenaje. “Te lo mereces todo, mamá, todo”, afirma compungida.
Farruco, amigo de Isabel Pantoja, vivió el momento de la gala también de forma muy especial. “Poder estar ahí apoyando y bailar con ella fue buenísimo”, dice. Porque Farruco e Isabel unieron su arte en ‘Isabel, a su manera’.
Farruco e Isabel se arrancan bailando “el moreno”, en directo, en un alarde de arte a lo que el público en plató compensa con una cerrada ovación. Incluso María Teresa se arranca en un baile, acompañado de farruko y a las palmas de la Pantoja.
Y es que Farruco es un gran amigo de Isabel, tal y como ella cuenta: “Conozco a su familia, desde su abuelo el gran farruco…. El primer farruquiito, que en paz descanse, tu tío, actuaron en el homenaje que le dieron a mi padre cuando él falleció”. Desde entonces, afirma Isabel “he seguido a esa familia con muchísimo cariño, con muchísimo respeto y cuando se organizó, o se estaba organizando este especial, me acordé… y me acordé de él… porque tengo a mi hija Isabel que es una forofa absoluta de Farru y quien tuvo la idea de que Farru estuviera en el especial”.
Repaso por su carrera artística
A finales de los años sesenta Isabel Pantoja llega a un Madrid que se ilumina con los colores de la Gran Vía. Ésta se instala con su madre en una modesta pensión y juntas comienzan el camino por las academias, los representantes… y conocen la cara más dura de la gran ciudad.
En ese tiempo de lucha, apuros e ilusiones la familia recibe una trágica noticia; fallece su padre tras una larga enfermedad. Ella tenía quince años. Juan muere sin ver triunfar a su hija. Para ella la pérdida de su padre es un golpe difícil de superar. Pero ahora, más que nunca, tiene que salir adelante. Porque los suyos la necesitan.
Isabel Pantoja da un nuevo brillo a la coplas más populares y pronto tendrá sus propios temas. Su madre, emocionada, recuerda la ausencia más importante de aquel momento, que fue un mazazo para todos en su familia.
Pero, sin duda, su padre imaginó que así serían las cosas. Seguro que sonrió y lo guardó como un secreto. Su padre sabía que algún día le tocaría a la niña de sus ojos. Y porfin, le había tocado.
La pregunta incómoda de María Teresa Campos
La periodista, una vez relajado el ambiente, le comenta que de los artistas, de todos, hay leyendas urbanas. “Es hora de que te pregunte una cosa”, comentaba la presentadora del programa: “cuando te he visto a ti en el escenario y veo esa fuerza y ese arte, cómo lo sientes, me ha costado mucho trabajo eso de creerme lo de que a ti nunca te ha gustado cantar. Algunos achacan a que terminas los conciertos pronto porque no te gusta.
“Se habrán equivocado” decía la Pantoja entre risas, “porque tengo muchos fans y me da mucha alegría que estén aquí. Mi show dura dos horas y media o tres… el tiempo que tenga que durar. Si por ellos fuera, duraría seis horas. Y llevo cuarenta años en esto”, decía con firmeza.
“Yo me enamoro, me caso y quiero ser ama de casa, estar con mi marido y me quedé embarazada al mes y tuve a mi hijo… y colgué los trajes. Si no hubiera muerto Paquirri quizá no hubiera vuelto a los escenarios. El mundillo artístico no me va, no me gusta. Me gusta preparar, ensayar, el vestuario…”

“No he sido niña de discoteca, jamás la he pisado, solo cuando los premios Long Play. Pero yo con 16 o 17 años, lo que en mi cabeza estaba era ensayar por la mañana a la una en punto, por la noche trabajando en el Corral de la Morería hasta las tres de la mañana que terminaba el último pase”. Y daba carpetazo al tema como solo ella sabe: “El día que perdamos la responsabilidad o ese miedo hay que quedarse en casa. Porque todos los días se aprende”.
Tras recibir la felicitación por vídeo de Los del Río y del director de Informativos Telecinco Pedro Piqueras, recibió una visita muy especial, la de Chayo Mohedano, hija de la ganadora de la última edición de ‘Supervivientes’ Rosa Benito. La felicidad y los halagos tiñeron de rosa el plató donde se culminó con la visita del director de orquesta Luis Cobos, amigo de Isabel.
Recibió, en directo, su disco de oro, por las ventas del concierto de navidad, un auténtico regalo que recibió, como broche final, de manos de su amigo Luis Cobos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

donde puedo ver la entrevista entera? Q la quiero volver a ver :)

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