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jueves, 31 de diciembre de 2020

Feliz año 2021 a todos los admiradores de Isabel Pantoja y seguidores de ElGarlochi Isabel Pantoja 

Gracias por estar ahí siempre apoyandola en cualquiera de las circunstancias. 

El mejor regalo "canciones que me gustan" su último trabajo discográfico. 

La artista por encima siempre!


#FelizAño2021 #IsabelPantoja #ElGarlochiIsabelPantoja




jueves, 8 de febrero de 2018

Aplazados los conciertos de Isabel Pantoja en Miami y Puerto Rico por causas ajenas a la artista y a la organización.



Aplazados los conciertos de Isabel Pantoja en Miami y Puerto Rico por causas ajenas a la artista y a la organización.

Las empresas promotoras trabajan junto con la oficina de management de la artista en reubicar ambos conciertos en nuevas fechas, que serán comunicadas lo antes posible.

 

Lamentamos informar que las promotoras Loud And Live Inc y 5 Stars Entertainment LLC. se ven en la obligación de posponer los conciertos de Isabel Pantoja previstos para este mes de febrero en Miami (James L. Knight Center, 11/Feb) y San Juan de Puerto Rico (Coliseo de Puerto Rico, 18/Feb), debido al visado de la artista, concedido en primera instancia por la Embajada norteamericana pero denegado días atrás en una segunda revisión.

Confiamos poder anunciar en breve las fechas en las que podrán agendarse de nuevo estos conciertos y sentimos todas las posibles contrariedades que esta situación pueda causar a los fans de la artista y a todo el equipo de personas que desde hace meses trabajan en la organización de estos conciertos, cuyas localidades estaban ya prácticamente agotadas.

Por parte de las empresas promotoras se informará de forma detallada del protocolo de atención al público en los siguientes días y se resolverá cualquier duda que pudieran tener.

Isabel Pantoja es una de las figuras más importantes que ha dado la canción de habla hispana. A lo largo de su carrera artística ha publicado 29 discos de estudio, a los que hay que añadir varios recopilatorios y directos, ha grabado casi 400 canciones obteniendo según los datos de los Productores de Música en España (Promusicae) 50 discos de platino por la venta de álbumes y 2 discos de platino por la venta de DVD’s, a los que hay que sumar un Disco de Diamante.  Además, ha realizado numerosas y multitudinarias giras por España y Latinoamérica, durante las cuales más allá de su extraordinaria popularidad ha cosechado el que para ella es sin duda el mejor premio que ha obtenido, el reconocimiento y cariño de su público.

En Diciembre de 2016 publicaba el que hasta el momento es su último disco de estudio, “Hasta que se apague el sol”, con la colaboración del artista y productor mexicano de prestigio mundial y recientemente fallecido Juan Gabriel. Este álbum consiguió el galardón de “Disco de Oro” a las pocas semanas de su lanzamiento y actualmente roza ya el “Disco de Platino”.

Coincidiendo con esa edición Isabel Pantoja volvía a los escenarios y a los directos, con una gira que bajo el mismo título que el álbum y con una gran acogida por parte del público -más de 100.000 personas asistían a sus conciertos- y los medios de comunicación la ha llevado a lo largo del año a ofrecer conciertos multitudinarios en España en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Murcia o Las Palmas de Gran Canarias, entre otras; y en Latinoamérica en Viña del Mar (Chile), Santiago (Chile) o Lima (Perú). Siempre con los recintos llenos de un público emocionado y presentando un espectáculo cuya dimensión pocas veces se ha visto en España, por la espectacularidad de su producción y por los más de 90 músicos sobre el escenario, incluidas Orquestas Sinfónicas de primer nivel.

Así lo ha reflejado la crítica musical, que lo resumía destacando su “triunfal regreso a los escenarios”, su “restitución a los altares”, su “apoteósico triunfo”, “la estelar reaparición” o como titulaba el periódico local de Canarias en su último concierto hasta la fecha a principios de año, tras llenar el Gran Canaria Arena con más de 6000 personas, “Isabel Pantoja paró el mundo en Gran Canaria”.

En lo que a su paso por Viña del Mar se refiere, su actuación fue calificada por la crítica local como “memorable e histórica”, con comentarios como “Volvió el glamour de antaño con Isabel Pantoja”, “Isabel Pantoja hizo historia en Viña del Mar”, “Isabel Pantoja se vuelve leyenda”, o “Isabel Pantoja, sublime y exigente, conquista Viña del Mar”. Motivo por el cual fue premiada con una Triple Gaviota y se le concedió la “Gaviota de Platino”, galardón exclusivo que hasta la fecha es la única artista femenina en el mundo que lo posee.
Madrid, 08 de febrero de 2018

 

martes, 30 de enero de 2018

Isabel Pantoja abuela por cuarta vez

Enhorabuena a Isabel Pantoja por el nacimiento de su tercera nieta Carlota. Felicidades a los padres Kiko Rivera e Irene Rosales . Poco a poco la familia crece y ya son cuatro los nietos que tiene Isabel.
Felicidades a toda la familia Pantoja
#IsabelPantoja #ElgarlochiIsabelPantoja

domingo, 14 de enero de 2018

Al grito de"¡Isabel! ¡ Isabel!". "¡Tú si que vales! ¡tú sí que vales!". Isabel Pantoja ofrecio un concierto multitudinario en el Gran Canaria Arena ayer 13 de enero

"¡Isabel! ¡ Isabel!". O "¡Tú si que vales! ¡tú sí que vales!". Eran algunos de los gritos que repetían de manera incesante muchos de los 6.000 seguidores que ayer abarrotaban el recinto del Gran Canaria Arena para reencontrarse con Isabel Pantoja. Hacía siete años que la tonadillera sevillana no volvía a Gran Canaria para interactuar con este auténtico feudo de incondicionales que tiene en España. Y lo de este sábado ha sido un encuentro de admiración mutua como bien quizo dejar claro la artista.
Isabel Pantoja empezó con un tono muy introspectivo, con un primer bloque de baladas sentimentales o medios tiempos en las que se la veía cantando, a través de primerísimos planos que retransmitían las pantallas a ambos lados del escenario, con especial emoción. "Estoy feliz de estar aquí porque me siento como en mi casa", dijo tras interpretar la segunda canción. "Igual que le he cantado a mi Sevilla, le canto a mis siete islas, pero eso vendrá luego, tranquilito".





La artista se refería al set final que serviría casi como guinda de la actuación y que comprendería temas como Canarias Canarias, El moreno o Debo hacerlo que cantó a modo de bises. Sin embargo, desde el principio quiso dejar claro a quién iba a dedicar el concierto.
Así, poco antes de interpretar el tema Luna, la cantante dio su primer discurso de la noche. "Quiero deciros que mi compadre Juan Gabriel escribió esta canción en Sevilla, en el parque de María Luisa, pero la escribió dedicada a mí, no para que yo la cantara, pero me vais a permitir que yo si se la dedique ahora a él. Y que esas luces de todos esos móviles que tenemos me acompañen. Yo lo amaba y lo seguiré amando toda mi vida". Y es que la artista presentaba su último disco Hasta que se apague el sol, producido por el compositor, músico, productor discográfico y filántropo mexicano que falleció en 2016 en Santa Mónica, en Estados Unidos. Y, como es natural, la interpretación de este tema en concreto fue acompañada de una bella iagen como fue la iluminación total del patio de butacas. Mientras, en la pantalla situada al fondo del escenario, se veían otas escenas no menos hermosas del satélite vecino realmente evocadoras.
Vestida completamente de rojo, con un traje de lentejuelas, que le daba una especial intensidad escénica, a la cantante se la veía a gusto acompañada con una orquesta sinfónica. Incluso en el primer bloque, el de las canciones, a veces parecía una cantante romántica de los años cincuenta tipo crooner.
Pero la algarabía llegó con el sexto tema, Marinero de luces. Los primeros compases de la orquesta ya serían acompañados de un aluvión de gritos generalizados. Fue el primer momento álgido de toda la actuación. El segundo llegaría con se me enamora el alma poco después. Como un ritual se fueron reproduciendo ayer todas las muestras de admiración y cariño que los seguidores grancanarios suelen mostrar hacia Isabel Pantoja en sus visitas a Canarias. La tonadillera dividió el espectáculo en tres partes que llevaban los títulos de Canción, copla y flamenco y estuvo tres horas sobre el escenario.
Hay que destacar especialmente la labor de La Orquesta Sinfónica de Las Palmas que, dirigida por Carlos Checa, acompañó a Isabel Pantoja con 60 músicos. Había entre ellos instrumentalistas de formación clásica como 33 cuerdas, ocho maderas, nueve metales, 20 voces a los coros, arpa, percusionistas y piano, pero también otros menos convencionales en el mundo sinfónico, como son el bandoneón, bajo eléctrico, batería, saxos o guitarra eléctrica.
La admiración hacia la cantante se pudo percibir además en el ambiente que se vivía en las inmediaciones del auditorio, ya que dos horas antes de que empezara el concierto, muchos espectadores esperaban a que se abriese la sala y se adivinaba un público de mediana edad, aunque con muchos jóvenes y ancianos. No era difícil adivinar que para muchos de los asistentes el de anoche era el concierto de su vida. Era el caso de María Hernández, de 67 años, que tenía la oportunidad de verla por vez primera . "Es una de las ilusiones de mi vida", reconocía. "Como mi regalo de Reyes". Algo parecido ocurría con Andrés Pérez, de 48, que decía que su nuevo disco "es uno de los mejores de su carrera". A la salida, era unánime calificar el concierto como inolvidable.

lunes, 27 de noviembre de 2017

martes, 7 de noviembre de 2017

CRONICA DEL CONCIERTO DE ISABEL PANTOJA EN EL MIRIBILLA DE BILBAO

Crónica del concierto de Isabel Pantoja en Bilbao "Correo Vasco"
Dos horas y tres cuartos chuleando y pletórica estuvo Isabel Pantoja el sábado noche en Miribilla, escoltada de modo mayúsculo por una sinfónica y el coro de la UPV
Superó todas las expectativas el sábado noche Isabel Pantoja en Miribilla,
Actuó con la Orquesta Sinfónica Hasta Que Se Apague El Sol (los músicos con chaqués) más el Coro de la Universidad del País Vasco (más de 44 voces contamos), una dupla que sonó mucho mejor que los que acompañaron a Ennio Morricone en el Palacio Euskalduna y en el Palacio de los Deportes de Santander hace una década (lo decimos para que entiendan la gran calidad general). Además, la Pantoja impuso su personalidad y carisma sobre la orquesta . Isabel Pantoja se salió de la tabla, sí: cantó durante dos horas y tres cuartos, lloró, se hizo la jefa («súbeme la reverb» pidió un par de veces a sus técnicos de monitores; «los tres cañones a mi persona», ordenó de repente a los cañones de luz quizá para que supiéramos que había tres iluminándola desde el fondo del pabellón), y actuó a menudo chuleando como Raphael: en canciones de diálogos imaginarios, en interpelaciones naturalísimas («oye, oye», «adiós»…), en improvisaciones adecuadas para el recinto, en ese largarse del centro de la escena, pararse, volverse de cara al público y poner cara cómplice de circunstancias, y en desplantes totales.
Su show fue ambicioso, exitoso, aparatoso y excelente por numerosas razones: la orquesta y coros, su voz e interpretación, la mayor parte del repertorio, el montaje con dos pantallas laterales que agrandaban su figura mediante cámaras autónomas, el sonido, la pantalla rectangular del fondo, o la interconexión con el público. Eso era un delirio. Un éxtasis continuo. Podríamos llenar una página con lo que le decían los fans: ole, bravo, guapa, ole las que saben, grande, eres la mejor, repartiendo arte, viva la madre que te parió, te queremos o «esos ojos que tienes, Isabel, me vuelven loca», como le espetó una chica a mi izquierda, en primera fila, una chica que lloró en algún momento, que cantaba estupendamente y que vino desde Cataluña, «pero somos españolas, ¿eh?», aclaró ella sola; la primera vez que habló esta chica fue al salir la folklórica: «Madre mía, qué guapa por Dios, qué emoción». Una señora lanzó: «no te mueras nunca, que luego no tenemos a nadie». A los que ella contestó que seguiría «hasta que me llame el de arriba, ¿vale?». Y a menudo, al acabar las canciones, el gentío coreaba: I-SA-BEL, I-SA-BEL, ISABEL
Con un retraso de un cuarto de hora, necesario para que entrara al pabellón la larguísima cola conducida por un único acceso, arrancó un show de dos horas y tres cuartos en los que María Isabel Pantoja Martín, sevillana de 61 años, vistió tres vestidos (uno negro solemne, otro rojo chillón con flecos más largos que los del guitarrista de rizos de los roqueros Los Labios, el tercero estampado y de faralaes), uno para cada una de las tres partes del ‘chou’, como diría ella: la primera apoteósica desde el arranque, la segunda extraordinaria toda ella, la tercera ya menos excelsa debido al vídeo usado para que se cambiara de atavío, a la parte flamenca con un cuadro masculino y el par de piezas más pachangueras, pero en las que la Pantoja también se impuso. En total sonaron 22 temas, contando un instrumental y agrupando los diversos popurrís. Y la cantante no perdió nunca el chorro vocal, ni siquiera en las dos interrupciones: una porque no se debía de oír por los auriculares que penetraban en sus oídos conjuntados con sus pendientes, y la otra porque el cuadro flamenco no estaba bien sonorizado, y ella soltó: «Esto es el directo, porque hay muchos que no cantan en directo…».
La primera parte, la del vestido negro, la arrancó dramática como Rocío Jurado con ‘Del olvido al no me acuerdo’, de Juan Gabriel, y de vez en cuando echaba el ojo a uno de los cuatro teleprompters con las letras desplegados en la delantera del escenario. Aquí bailó un poco y nos elogió cantando: «En esta bella ciudad y con esta linda gente». Apoyada en el piano se salió de la tabla en la raphaelesca ‘Dímelo’ (qué chillidos), y a la tercera, ‘Buenos días, tristeza’, la apoteosis era incontenible (y la catalana de la primera fila lloraba). En el popurrí abierto con una muy bien realzada ‘Marinero de luces’ la sevillana bufó al micrófono como hizo hace poco el roquero canadiense Daniel Romano, y en el tango ‘Por la señal de la cruz’ («Tú me hiciste ver el infierno sin ser / la culpable de una cruel crucifixión») bailó arremangándose la falda y cantó muy por encima de los arreglos de la sinfónica, que sin embargo se reivindicó con clase jazzística en la siguiente, el bolero filin ‘Como ya no me amas’, de interpretación raphaelesca y exageración mexicana.
De seguido lloró al cantar a su madre en ‘Te pido por favor’, de Juan Gabriel también, una pieza adornada con una voz solista de soprano bel canto. Al acabar esta nos habló: «Deciros que estoy muy feliz de volver a esta maravillosa tierra a la que tanto, tanto quiero. Y lo sabéis. Siempre me he sentido muy querida aquí». No lloreeessss, le chillaban las fans, y una soltó: «No llores, que nos vas a hacer llorar». Y continuó presentando la celebridad: «Esta canción será siempre uno de mis estandartes. Se me fue mi amigo, mi compadre, y lo llevo mal». Ánimo, le chillo un hombre. «Estará al lado de mi marido, de mi padre y de toda la gente buena que se nos va, estará con Dios». Se refería a Juan Gabriel y pidió que encendiéramos las internas de los móviles durante ‘Perdona si te hago llorar’, que la cantó casi toda el público.
De lo mejor del año
Al terminarla, Isabel Pantoja volvió a hablar: presentó al director Carlos Checa, a la orquesta y coros, y avisó «quien lo haya visto que se lo quede en su retina, porque es muy difícil de repetir». Y tanto. Más de cien músicos y cantantes habría en escena, sin contar técnicos, etc. Agradeció a la organización, a su discográfica Universal, a su maquillador, añadió mayestática que «Bilbao es una de las capitales más importantes para Isabel Pantoja», y cerró esta primera parte con la melódica ‘Hasta que se apague el sol’ (en su epílogo río cual raphaelesca loca), un ‘Se me enamora el alma’ apoteósico aunque de cálido ambiente de verbena andaluza, y remató por todo lo alto con otro de los hitos: ‘Hasta que te conocí’, que empezó cantando bajito y fue creciendo raphaelesca hasta el desprecio. Buf, qué nivel, oigan.
La segunda parte, con el vestido rojo de flecos, no descendió de tales alturas excepcionales y lo inaugurórompiendo la pana con el popurrí interruptus y coplista abierto con ‘Trece de mayo’ y rematado con el pasodoble ‘Capote de grana y oro’, donde ella se desgañitó. I-SA-BEL, I-SA-BEL, jaleó el gentío, y prosiguió con el sabor antiguo de ‘La niña y el marinero’, la de «déjame que me dé el aire», que como presentó, «a ver si os acordáis, que lo grabé con 15 años… antes de ayer». Y más listón alto y sabor añejo hubo en el popurrí con ‘Ojos verdes’ y ‘Tengo miedo’, previo a «la primera que grabé», el creciente pasodoble ‘Ten compasión de mí’. Y al poco se tornó exótica en otro popurrí añejo donde destacaron ‘Antonio Vargas Heredia’ y ‘Francisco Alegre’. Con esto acabó la segunda parte y nos dijo antes de hacer mutis: «Vengo ahora, ¿vale? Os quiero. ¡Viva Bilbao!».
La tercera parte no fue tan sublime debido al clip que se puso en pantalla para que se cambiara de ropa y el introito del quinteto flamenco gitano, se supone que jerezano, porque al regresar la tonadillera gritó una vez: «viva Jerez, viva Sevilla, viva Bilbao y viva España entera». Los flamenquitos sirvieron para matar el rato, pero al reaparecer ella subió el listón con la cadenciosa y chuleta a lo Falete ‘Te pareces tanto a mí’. I-SA-BEL, I-SA-BEL, volvió a rugir el pabellón. Se dilató la parte flamenca con un popurrí en el que cupo la sevillana ‘Algo se muere en el alma’ de Los Amigos de Ginés y la devoción cristiana en las pantallas, con mención especial al Cristo del Gran Poder. Y la orquesta y coros se usaron para las dos últimas piezas: ‘El moreno’, una apoteosis latina, pachanguera pero bien llevada, casi Julio Iglesias, y ‘Debo hacerlo / Ay soledad’, donde un cantaor entonó un rap, a falta de Paquirrín, que qué pena que no viniera.
Y se largaron Isabel y los flamencos en plan fin de fiesta. Y qué pena que no hubiera bis con la salve rociera, pero así es la vida. Haciendo cuentas, fue la sexta vez que veo a la Pantoja. Desde la primera fila. Rodeado del club de fans: sevillanas, catalanas, un señor barcelonés con su madre… Y fue de lo mejor del año, no solo por atestiguarlo desde una ubicación privilegiada. Esto lo trae el Ayuntamiento a las fiestas de Bilbao y no cabe un alfiler,

PROXIMOS CONCIERTOS DE ISABEL PANTOJA GRAN CANARIA MIAMI Y PUERTO RICO

ISABEL PANTOJA


ISABEL PANTOJA 
EN CONCIERTO 

Gran Canaria
13 de enero
Gran Canaria Arena

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ISABEL PANTOJA 
EN CONCIERTO 

Miami
11 de febrero de 2018
James L.knight Center

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ISABEL PANTOJA 
EN CONCIERTO 

San Juan de Puerto Rico
18 de febrero de 2018
Coliseo

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lunes, 10 de julio de 2017

Una poderosisima Isabel Pantoja arma la tremolina en su concierto en Murcia

¡Isabel!, ¡Isabel!, ¡Isabel!", era el grito de guerra de los miles de fans deseando ver sobre el escenario a Isabel Pantoja. Por fin, puntual, salió la artista. Guapísima, con un vestido negro y escote en barco con aplicaciones de piedra en la espalda y el pelo recogido en una cola.
El público, llegado desde sitios tan dispares como Miami, París, Argentina o Almería, en pie. Los aplausos y los teléfonos móviles en todo lo alto. Afortunadamente, el cielo abovedado, que diría la alcaldesa Carmena, no estalló en tormenta
Isabel Pantoja estuvo arropada por miles de seguidores. Arrancó, siempre acompañada por la Coral Discantus, con Sigo estando aquí, todo un título reivindicativo para los que aún siguen dudando de su arte tras los años que ha permanecido alejada de los escenarios cumpliendo condena.
Así, fue desgranando uno a uno los temas que componen Hasta que se apague el sol, un disco escrito y producido por Juan Gabriel, fallecido hace casi un año y al que dedicó su recuerdo: "Mi compadre de mi alma. Él está allí (señalando el cielo). Él era muy de la luna y hasta la luna ha querido salir para verlo, ¡y sin una nube!". Y más, Se me olvidó otra vez; Dímelo; Buenos días, tristeza se fueron intercalando con Marinero de luces y Pensando en ti que despertó, de nuevo, los gritos de apoyo "¡arriba, Isabel!" y unos clamorosos "¡guapa, guapa y guapa!" como gritan a las vírgenes sevillanas.
Cualquier canción que entonara era susceptible de interpretación: "Que sepan todos de una vez / que le debo a la vida tantas cosas / y sigo cantando bajito muchas nanas", haciendo el gesto de acunar un bebé en clara referencia a sus nietos y el que está por venir. Su hijo Kiko Rivera anunciaba esta semana su próxima paternidad. La gente rompía a aplaudir como si fueran sus nietos también.
Se notaba que la sevillana se encontraba a gusto. Estuvo cariñosa y cómplice haciendo muchas referencias, reitero, a los pequeños de la casa, "a mi primer nieto Francisco 'chico', a mi Alberto de mi vida, a mi Ana que esta 'sembrá' la 'joía' y al que viene en camino". Volvían los "¡Isabel!, ¡Isabel!" y ella agradecida: "Muchos besitos. Estamos todos juntos. Por fin. Eso es lo principal, que ha dejado de llover, porque yo sé que hay unos angelitos que no me sueltan de la mano". Las lágrimas, que casi le quiebran la voz, llegaron con la canción que dedica a su madre, doña Ana. Y, de nuevo, levantó al auditorio con Perdona si te hago llorar, tanto que una pareja se lanzó, desde unos de los pasillos entre el público, a bailar enamorados como si Isabel estuviera cantando sólo para ellos. Con Se me enamora el alma el público ya estaba rendido a sus pies mientras ella se contoneaba y revoleteaba el bajo del vestido enseñando una pierna a lo Angelina Jolie.
Llegó el momento copla vestida con una bata de cola en rojo coral y azabache adornado el pelo con una peineta. Confirmado: sigue siendo la primera figura de la canción española. Trece de mayo; Mi carcelera; No te mires en el río; Capote de grana y oro; Ojos verdes… Isabel es mucha Isabel. Qué intensidad, con qué fuerza cantaba algunas estrofas. En ocasiones, recordaba a la gran Juana Reina en Como dos barquitos: "Vendrás pidiendo a voces que te perdone más yo no he de fiarme de tu cariño / ni que te vea llorando por los rincones tienes que merecerme / 'farso' cristiano / y pasar el calvario que yo pasé". Isabel se mostraba poderosísima sobre el escenario, con una voz (vozarrón), perfecta y buen estado de forma con esas patadas flamencas que sólo ella sabe dar a la bata de cola

La apoteosis llegó con el flamenco. Tercer cambio de vestido (tres vestidazos). Una bata de cola estampada, flor en el pelo y acompañada por el cuadro flamenco desplegando todo su arte con las Sevillanas de Triana, Algo se muere en el alma, Ese vestío que llevas... Para rematar la faena estuvo hasta graciosa y ocurrente con el público: "Sé que me estáis pidiendo canciones de las de antes. Hay una señora que lleva toda la noche pidiéndome Garlochí". Y llega otro diálogo, "¿no sabéis qué significa garlochí?", aprovechó para explicar que es una palabra en 'caló' que significa corazón. La gente coreaba "ven, espérame, ven junto a mí y te daré mi garlochí, pan tostaíto, migaíto con café". Isabel, feliz, se despide con otra patada a la cola y un "¡sois maravillosos!" seguida de las palmas y las guitarras flamencas, mientras el público la jaleaba totalmente entregado. Isabel Pantoja armó la tremolina y salió por la puerta grande.

domingo, 25 de junio de 2017

Isabel Pantoja profeta en su tierra

Isabel Pantoja cantó de nuevo en Sevilla después de cuatro años, dos de ellos cumpliendo una pena de prisión, y en la ciudad andaluza en la que nació hace casi 61 años fue aclamada durante las tres horas del concierto, en las que desgranó temas de su nuevo disco y clásicos. Fue profeta en su tierra.
Acompañada por una orquesta de 83 músicos dirigida por Carlos Checa, la actual reina de la copla no paró de recibir elogios de un público entregado, en su mayoría femenino y de avanzada edad.
En algunos temas clásicos, la concurrencia cantaba las letras mientras que Pantoja, con un vestido rosa pálido y brillantes, se movía por el escenario y la orquesta hacía el resto. "La vamos a liar", decía la artista antes de esas canciones, y se liaba.
Cantó al amor en varias versiones: desgarrado, optimista, receptivo, infiel. Reiteró su amor por Sevilla, se mostró "feliz" por volver a cantar en su ciudad después de cuatro años y los asistentes le ensalzaban con gritos de "Isabel, Isabel" y otro con gran éxito: "Ay, ay, ay, Pantoja es lo que hay".
Dedicó el tema que da título a su nuevo disco, "Hasta que se apague el sol", a su madre, sus hijos y nietos, algunos presentes en la primera fila del Estadio Olímpico de Sevilla, donde las entradas costaban 220 euros, con el extra del derecho a dos horas de barra libre.
Fue indudable la conexión de la sevillana con el público en una noche cálida, con temperaturas en torno a 30 grados, aunque no se ofrecieron datos de asistentes ni de entradas vendidas.
Bailó cuatro sevillanas, ya vestida de flamenca y acompañada por un cuadro flamenco de Jerez, algunas de ellas con imágenes de la virgen Macarena proyectadas en la pantalla del escenario, ante la que se inclinó devotamente.
Le pedía Pantoja a la audiencia que acompañaran algún tema con los móviles encendidos -versión moderna de los mecheros en los conciertos de hace algunos años-, y el público, entregado, los encendía. En realidad, muchos no los apagaron nunca porque grabaron la actuación al completo.
 Pantoja reapareció el 12 de febrero de este año en Madrid con su nuevo disco, escrito, compuesto y producido por el mexicano Juan Gabriel, fallecido hace casi un año.
Felicitó a todos los juanes por su onomástica, y lo hizo especialmente con Juan Gabriel, "mi compadre", que "nos está viendo desde allí arriba", se mostraba segura Pantoja mientras señalaba el cielo.
Cuando descansó para cambiar el primer vestido por una bata de cola, cantó "Ojos verdes" y otras coplas famosas. Antes había abordado temas clásicos en versión corta y mezclada, y "Marinero de luces" no llegó a provocar el delirio esperado.

Pantoja llenó el escenario, con su nombre escrito con luces encima del coro y que se situó en una de las esquinas del estadio, y desde el primer momento, sus idas y venidas, adornadas de pasos flamencos, levantó al respetable de sus sillas en numerosas ocasiones.
Concluyó su actuación con temas animados y bailones, incluso con un tema rapero, y su último tema fue para la virgen del Rocío.
"Orgullosa de haber nacido aquí", dijo a modo de conclusión la artista.
Tras el concierto de Sevilla, las próximas citas de Pantoja ante el público serán en la plaza de toros de Murcia el 7 de julio, tras lo cual viajará hasta Miami, donde actuará el 13 de octubre y dos días después en San Juan de Puerto Rico. Después regresará a España, con un concierto previsto el 28 de octubre en Bilbao
Crónica el Periodico digital, Manuel Rus





 

viernes, 16 de junio de 2017

Isabel Pantoja concierto en Murcia dia 7 de julio en la plaza de toros

La tonadillera ofrecerá en la Plaza de Toros de Murcia
Isabel Pantoja visitará Murcia el próximo 7 de julio con una orquesta sinfónica y un cuadro flamenco, que juntos sumarán más de 70 músicos en el escenario. El concierto tendrá lugar en la Plaza de Toros de la ciudad.
Ticketmaster, Fnac (CC Nueva Condomina en Murcia), Carrefour (Zaraiche en Murcia) y Halcón Viajes son los puntos de venta en los que a día de hoy pueden ser adquiridas las entradas, con asientos en 'Pista' y tanto 'Grada General', como 'Grada Numerada'. También se pueden adquirir llamando al 902 150 025.